Mis andanzas los últimos meses por el extranjero como Au-Pair
martes, 3 de diciembre de 2013
La cara oculta de ser Au pair
Capítulo 7: "Tienes un e-mail"
Nada me hacía presagiar que aquella mañana del 23 de Agosto de 2013 iba a acabar en lágrimas... El despertar podría haber sido como otro cualquiera...
Pero no, este fue muy diferente a los demás. El móvil sonó muy temprano. Fue la típica notificación de móvil que cualquier otro día hubieras dicho, bah otra pasiva con aires de grandeza en grindr está molestando desde primera hora de la mañana dejado pasar. Pero yo ya tenía un mal presentimiento. Alargué mi mano al smarthphone y con la vista aún entumecida de estar recién despierto, miré la pantalla. Eran las 8.27 y tenía un e-mail... ¡NO ERA DESDE LUEGO EL E-MAIL QUE ME HUBIERA GUSTADO TENER EN ESE PRECISO INSTANTE!
El e-mail era un directísimo adios maricón no te necesitamos como aupair. L. alegaba que por la ruptura de su novio se mudaban a otra ciudad pero que podía quedarme por un mes en su casa y quizá encontrar otra familia o trabajo en Berlín. Fuera como fuese, no tomé muy bien aquello. Volví a sentirme desesperado otra vez...
Sí. No fue un momento fácil en mi vida. Vinieron pronto recuerdos de todo lo que me había costado llegar hasta Berlín. Encontrar familia, dejar España atrás... y de repente mi sueño, se había esfumado con un simple e-mail. Me había quedado sin familia au-pair en Berlín.
Dejé seca la bodega de casa la caja de clinex esa mañana. No había llorado tanto desde que ví por primera vez Brokeback Mountain, desde que Soraya Arnelas quedó penúltima en Eurovisión mi gato murió.
Pero como se dice en mi barrio los maricones no deberían casarse, cuando una puerta se cierra, una ventana se abre. Era tiempo de tirar las botellas de vino al contenedor de reciclaje secarse las lágrimas y reaccionar. Aquella mañana soleada de Agosto salí a la calle.
Yo la mañana del 23 de Agosto antes de salir a la calle Berlín lucía más preciosa que nunca. Llamé a mi amigo S. para dar una vuelta por la ciudad. Lo último que necesitaba era quedarme en casa. Y aunque el funeral lo llevaba dentro, decidimos salir a divertirnos, comer algo típico de Berlín y seguir viendo algunos monumentos.
No iba permitir que me arrebataran mi sueño. Ya en ese momento estaba ideando como quedarme en la capital de Alemania a toda costa. Y fue cuando me vino a la mente la agencia au-pair La Berlinesa, de la que tantas veces había escuchado hablar anteriormente. Queridos políticos corruptos, os dedico esta sufrida entrada por haberme hecho marcharme de España. No te pierdas en el próximo capítulo de Orfidal en la Pirámide: "Buscando una nueva familia en Berlín" Desde Londres Siempre con cariño @robbiemilk
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