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martes, 10 de diciembre de 2013

La cara oculta de ser Au pair

Capítulo 9: "Accediendo a una nueva familia"

Ya comienza a oler a Navidad en la redacción de Orfidal en la Pirámide. 
Christmas, esa época mágica llena de falsedad e hipocresía, donde celebramos¿ ¡Qué coño celebramos!? por todo lo alto y con todo tipo de ostentaciones el nacimiento de un judío muy humilde.
Y es que los almacenes de Harrods El Corte Inglés comienzan a frotarse las manos con la que va a ser la época de mayor derroche del año MARICÓN EL ÚLTIMO!



Para mí la Navidad es motivo de celebración, sí, pero porque es la única época del año donde emborracharse sin límites beber más vino de la cuenta es políticamente correcto. Y es que el año 2013 ha sido una puta mierda uno de mis peores años salvo algún que otro momento...



Pero como bien dice el refranero popular, lo que no mata te hace más gordo pepero hijo de puta fuerte. 



No quiero entretenerme, pues aún queda mucho que contar en mi etapa como aupair. Esa etapa que comenzó un 7 de Agosto en Berlín y que al fin ya tiene fecha de caducidad, será el  próximo 25 de Diciembre en Londres.



Pero esa es otra historia, aún queda mucho más de lo que creéis por contar...




La facilidad con la que accedí a una nueva familia en Berlín volvió a sorprenderme. Allí estaba yo aquella mañana a finales de Agosto muy temprano en la estación de metro. S. me había propuesto ir directamente a su casa para conocerme en persona. Estaba al sur de Berlín en una zona residencial muy muy tranquila. Lo primero en que me fijé es que la casa parecía la de cualquier revista de decoración.



En ese momento, me dije, ya puede vivir aquí Falete Ana Rosa Quintana Rajoy Esperanza Gracia el niño de "Este chico es un diablo", que yo me quedo aquí de por vida. 



Tenía una planta entera de la casa para mí, con mi propio estudio de Yoga, cuarto de baño propio, una habitación monísima al estilo ayurvédico QUÉ COOL SUENA ESO EH??? EH???  Era la típica casa que podrías tirarte años en EspaÑA ahorrando y nunca conseguirías pagar la hipoteca casa de mis sueños. 


                                         Relajándome nada más llegar a mi nuevo hogar


                                                           Mi habitación


                                                           El salón


Mi propio estudio de Yoga 

Era realmente "the place to stay". Como sospecháis, pasé la entrevista. S. tenía una niña pequeña de 8 años y cobraba por tocar vaginas era ginecóloga. S. Me dió una impresión de ser una persona  bastante seria alemana a secas nada más conocerla, pero por aquel entonces, en mi situación, no estaba como para tonterias elegir familias. A mí la casa me entró por los ojos y me dije aquí que te quedas maricón pues aquí que nos quedamos.

Esa misma tarde de de Agosto, horas después de la entrevista, estaba en el coche de una desconocida alemana y su hija de 8 años, comiéndome un delicioso kebab con la ventanilla abierta, y el viento acariciando mi rostro. Parecía el comienzo de la felicidad. No. Era la felicidad. El German Dream en su máximo exponente. 
Parecía que al fin y al cabo, mis días en Alemania iban a continuar y no tendría que volver a España.
Después de todo el calvario que me había tocado pasar el primer mes en Berlín, y el chasco con la primera familia, aquello era lo mínimo que me podía pasar -me dije. 

Pero cuando aquella noche deshice las maletas en mi habitación y me marché a investigar la bodega de la casa, enchufar el grindr de la nueva zona dormir, nunca y digo NUNCA en la vida pensé que lo peor tan solo estaba por llegar...



No te pierdas en el próximo y emocionante capítulo de Orfidal en la Pirámide: "La casa de los horrores"

Desde Londres
Siempre con cariño
@robbiemilk

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