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domingo, 1 de diciembre de 2013

La cara oculta de ser Au pair

Capítulo 6: "Berlín, home alone"

Parece que fue ayer cuando estábamos guardando las sombrillas de la playa y esta semana hemos ido al mercadona a comprar lambrusco para pasar el mal trago hacer la compra y nos hemos encontrado el turrón, los polvorones y más parafernalia navideña. ¡Y es que hoy ya estamos a 1 de Diciembre! Mi más sincero apoyo en un día como hoy a las personas que tropezaron con el virus que circula en el amor y está haciendo, si cabe, sus vidas un poco más difíciles.


 La Navidad parece haber llegado de nuevo y cada año llega más rápido. Este año para mí ha pasado en un abrir y cerrar de ojos...



En el capítulo anterior, mi familia de Berlín se había marchado temporalmente a casa de la abuela, me dieron las llaves del apartamento y me había quedado solo en casa.
Aunque aquella situación era un poco putada extraña para los primeros días aupair de cualquier persona, no dudé en intentar sacar el lado positivo de aquella situación. 
Cogí mi bicicleta y me adentré en una Berlín más encantadora que nunca aquel mes de Agosto.



Eran días de mucho tiempo libre, me apunté a una piscina olímpica y cada mañana iba a nadar. Por las tardes me perdía por la ciudad y me iba a ver monumentos. Tenía tanto tiempo para pensar que un día decidí a superarme a mí mismo en cuanto a excentricidades se refiere decidí hacerme vegano. 




Bastó ver un documental sobre el veganismo y el hecho de que mi familia aupair fuera vegana, para unirme a esta forma de vida tan respetuosa con el medio ambiente. Pero que queréis que os diga, la iniciativa duró menos que un bote de popper en la puerta del Long Play un caramelo en la puerta de un colegio. 

Y es que la comida vegana, aunque es muy saludable, no es que sea del todo magnífica en mi opinión...


Mi viejo amigo S. tuvo también la estúpida idea de venir a Berlín en busca de un chulazo alemán que le rompiera el corazón futuro mejor. Y me alegró mucho que viniera y tener alguien con quién emborracharme y salir de fiesta  pasar el tiempo libre en aquella gran ciudad.

                       Tomando el té de las 5 en Berlín

Aunque estar de vacaciones en Berlín era divertido, yo seguía preocupado por el hecho de que mi familia me hubiera abandonado de un día para otro. Así que un domingo de resaca cualquiera en un arrebato de atrevimiento decidí lanzarme totalmente y preguntarle a L. qué coño estaba sucediendo  qué ocurría.



Mis presagios no eran buenos. Nada más escribirle me contestó diciéndome que posiblemente se iban a ausentar de casa otra semana más. Aquella situación no era normal... estaba claro que algo estaba a punto de estallar... 

                                 
 Aquel domingo de Agosto me fui a la cama muy temprano. Recuerdo que el sol apenas aún se había puesto. De un modo u otro ya estaba preparado para los siguientes acontecimientos, que sabía que no iban a ser del todo buenos. Algo estaba a punto de ocurrir que cambiaría para siempre mi trayectoria como aupair en Berlín.
Pero nunca pensé que conocería el veredicto tan pronto...




No te pierdas en el próximo capítulo: "Tienes un e-mail"
Desde Londres
Siempre con cariño
@robbiemilk
 





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