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jueves, 8 de mayo de 2014

CAPÍTULO 16
DE VUELTA CON EL AUPAIR



























¡Hola a todos maricones! ¡He vuelto! Tras rechazar multitud de proposiciones laborales en España para empresas donde iba a ganar un sueldo alrededor de los 2000 Euros mensuales, en un país donde encontrar un trabajo con buenas condiciones laborales era tarea fácil, me dije a mí mismo un día:
¿Es esto realmente lo que quiero? ¿Encontrar un trabajo perfecto en la soleada España? ¿Qué sentido tiene la vida sin sufrir aunque solo sea un poquito y  que te traten como a una auténtica basura humana? 
Sin que la zorra de tu host family te trate como a su chacha latina cada día, sin levantarse día sí y día también con el cielo nublado, sin tener que limpiar retretes y recoger caquitas de perro cuando en tu cabeza siempre retumba un: ¿5 años estudiando una carrera universitaria para ésto? Si lo llego a saber iba a estudiar su puta madre.
Así fue como decidí volver una vez más al Reino Unido para trabajar como aupair.



 Entonces me dí cuenta de algo muy obvio, lo mío era un continuo dramaqueen lifestyle simplemente puro masoquismo:

                                                               Yo una tarde cualquiera

Mi regreso a España en plena Navidad no pudo ser más dulce. El aupair había acabado con mi paciencia totalmente. Ir de compras a Harrods ya apenas me hacía ilusión básicamente porque tendría que haber ahorrado durante 3 meses para comprar el producto más barato, escuchar a los One Direction sonando en la radio de un Primark cualquiera ya ni me animaba siquiera.



 Encender el grindr en pleno SOHO ya incluso hasta me aburría... Los sandwiches del Tesco me sabían insulsos.  Algo estaba wrong with me. Definitivamente el aupair, el clima tan horrible o mis ganas de volver a España y arrasar con el primer Mercadona más cercano estaban mermando mi salud mental.


 Aunque se podía decir que no estaba tan mal del todo con la última familia británica y me muerdo la lengua escribiendo esto  siempre tenía en mente las terracitas de España, mis amigos y familia, el sol, la amabilidad a veces desinteresada de la gente, la costa del sol... el tipo de cosas que en UK escaseaban.
Así fue como decidí volver a España en plena Navidad... y mandar a tomar por el culo  despedirme de esa panda de chusma hipócrita británica de apariencia ultra educada pero con un arsenal de productos afilados que clavarte por la espalda en cuanto menos canta un gallo mis queridos compatriotas británicos.


En mi regreso a España en Navidad me sentí pletórico y de nuevo con ganas de comerme el mundo.


Disfrutaba de cada rayo sol ultravioleta que mi cuerpo pudiera percibir. Volver a estar en mi dulce hogar, rodeado de mi familia y amigos, mi entorno de siempre, fue algo magnífico. Estaba convencido de que esta vez encontraría trabajo en mi país y podría quedarme de una vez por todas en él  tras la pesadilla aupair de meses atrás (Léanse los 15 capítulos anteriores que siempre es más divertido que jugar al maldito Candy Crush una y otra vez) Lo sabes. Lo sé. 

Yo con algunos kilos de más gracias a la porquería británica llamada comida

Así fue como cada mañana me despertaba en mi casa radiante y lleno de ilusión y optimismo otra vez. Cada día comenzaba con la misma rutina. Básicamente era entrar a facebook cada 5 minutos
Yo le llamaba cariñosamente "laputivuelta". Entrabas a infojobs y mirabas que se cocía cada día en el complejo y activo mundo laboral español actual. Casi todos los trabajos presentes eran de comercial o similares. Enviaba y enviaba solicitudes cada día. Obviamente cualquier trabajo como Periodista, mis estudios universitarios, estaba descartado para conseguir ese puesto debía haberme comprado antes como mínimo unas buenas rodilleras.



Los días buscando trabajo en España seguían pasando lentamente pero yo seguía aún sin ver ningún tipo de resultados aparentes. Al mes o así ya empecé a desesperarme de nuevo y hacer cambios extraños en mi vida.


Estar en el paro con la presión de tener que buscar trabajo en un país con un tasa de paro tan enorme es algo que no recomiendo a nadie y solo el que lo vive en sus carnes sabe realmente lo mal que se pasa. 




Mis comienzos en España fueron muy positivos pero a medida que pasaba el tiempo y veía que iba a ser tan difícil poder asentarme profesionalmente, volví a contemplar la idea de que quizá haber dejado mi aupair y abandonado Londres simplemente fue la opción más fácil.
El no encontrar trabajo y algún que otro detonante negativo en mi vida personal, me llevaron finalmente a que a finales de Abril diera el paso. Contactar con mi antigua familia aupair en Londres. ¿Cómo te quedas maricón?



La reacción por parte de J. no se hizo esperar y enseguida me dijo que me sacara un vuelo cuanto antes. ¿Tener una chacha 24 horas que limpie, cocine, cuide de sus niños y le proporcione horas y horas de relax y tiempo libre? Básicamente me rogó que volviera a su casa de nuevo. Entonces fue un poco como elegir lo menos malo. ¿Quedarme en España de por vida viendo como empezaban a aparecerme las primeras arrugas y canas sin perspectivas de poder trabajar nunca o irme a UK y ser explotado por alguna familia británica otra vez? Acabó ganando la segunda opción. Fue algo así como tener que elegir entre el campo de concentración de Auschwitch o el de Trevinka.


La verdad es que ya ni me sorprendía. Haciendo maletas de nuevo. Rumbo a Málaga para coger un avión. Era todo tan tan previsible que ya ni me extrañaba. Pude disfrutar de un último día de sol y playa junto a uno de mis mejores amigos antes de volar a Londres y así poder empezar con buen pie mi nueva aventura en mi antiguo trabajo de aupair campo de concentración británico. 





España quedaba una vez más atrás. El destino lo había querido así. Ahora tan solo quedaba sacar fuerzas de donde fuese y volver a Reino Unido a bailar bajo la lluvia con la máxima dignidad posible si es que ya me quedaba alguna.
Era muy importante aprender de los errores cometidos en mi aupair anterior y afrontar esta nueva segunda etapa como una oportunidad para adentrarme en un mundo laboral diferente al aupair o bien compaginarlo.

Amigos. Amigas. Colectivo gay en general Es un placer volver a estar de nuevo con todos ustedes. Orfidal en la Pirámide vuelve con muchas nuevas historias que contar. Lo sabes, lo se,  el drama no ha hecho nada más que empezar...



Desde Londres
Siempre con cariño
@robbiemilk 





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