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lunes, 25 de noviembre de 2013

La cara oculta de ser Au pair

Capítulo 4: Mis primeras horas como Au pair en Berlín

Pues nada, aquí vamos de nuevo con una nueva entrega en mi blog.
Cómo habréis podido percibir, tanto el nombre como el diseño son distintos al anterior.
Cuándo decidí escribir sobre mis andanzas como aupair en el extranjero, nunca pensé que más de la mitad de mi familia entera sin contar a mis primos segundos tanta gente se interesaría sobre ello, así que tras más de 1000 de visitas en menos de una semana decidí crear un nuevo y próspero blog.  
¡Bienvenidos a Orfidal en la Pirámide

                             Así reaccionó la gente esta semana  ante mi aparición en el mundo blogger

Dejando atrás España, como bien recordáis llegué a una familia en Berlín aquella noche del 7 de Agosto de 2013 para trabajar como Au Pair.
Yo de niños sabía nada más bien poco, de hecho las reacciones de la gente cuando se lo conté eran de plena incredulidad.


Mi primera mañana como au pair fue de nervios, muchos nervios. Además de que no tenía nada de experiencia como niñero, el idioma fue un importante agravante. ¡EL IDIOMA! Pero la verdad es que di con dos niños que eran bastante tranquilos, nada de lo que me esperaba encontrar.



 Mis tareas eran bastante sencillas: estar con los niños, buscar chulazos en grindr, preparar la comida, y ordenar un poco de vez en cuando. La verdad es que no podía quejarme para nada.
Me sentí muy cómodo con la familia desde el primer momento, la mujer y yo teníamos mucho feeling y los niños eran adorables y super pacientes conmigo cada vez que me hablaban en alemán. Creo que la mujer había realizado al fin su sueño de mariliendre de tener a su mejor amigos gay las 24 horas en casa estaba satisfecha conmigo.
Lo que me sorprendió de verás fue como realmente el trabajo de aupair se basaba básicamente en vigilar a los niños mientras veían la televisión.
 ¡Podían pasarse horas delante de ella!


Pero pronto descubrí uno de mis mejores amigos en Berlín, la bicicleta. Berlín es una ciudad hecha a medida para ello. Da gusto moverse con ella. Y mucho más en verano. Los veranos son templados y muy agradables. Berlín es una ciudad que invita a encender el grindr y no dejar títere sin cabeza pasear en bicicleta y perderse por la ciudad.


La usaba para todo. Para ir a la piscina, para ir al centro, para ir a hacer la compra. La bicicleta y yo nos hicimos inseparables. Me bastaba encender la música y deslizarme en bicicleta por las calles de Berlín para evadirme del mundo. 


 Mi relación con Berlín ha sido de puro amor-odio.  Y no nos vamos a engañar, es una ciudad muy muy guay. Alternativa, barata, diferente, con personalidad. Pero si tu alemán no es de haber estado machacándote libros y libros durante mínimo un año aceptable, vivir aquí puede ser exasperante. ¿Sabéis lo que es ir a una tienda, a inscribiros en algún sitio, o ir a comprar algo y que cada vez que vayáis se líe parda porque ni la dependiente sabe inglés, ni tú sabes alemán y ni ella está por la labor de ayudarte?


Y es que hablar de las excentricidades de los alemanes ocuparía un blog entero, así que dejémoslo para más adelante. Y hablemos simplemente de lo que nos interesa, la verdadera razón por la que vine a Berlín el atractivo de los alemanes. 
La raza aria de la que el mayor hijodelagranputa de toda la historia mundial  Hitler se enorgullecía sigue presente en las calles de esta magnífica ciudad. Los alemanes están tremendos son muy atractivos. Yo diría que los más atractivos de Europa junto a los suecos. Pero cari vidas mías gente ¿Realmente el físico es lo único que importa? SÍ SÍ SÍ 

                                               Chulazo nº1

                                                                              
                                                                              Chulazo nº2

Si te vienes a Berlín a dar el braguetazo de tu vida con un alemán como aupair, permíteme que te de algunos consejos:

1.Los españoles damos puto asco para ellos estamos mal vistos, muy mal. Hacerse paso en Alemania hoy día es como ser un ecuatoriano en aquella falsa época del PP y la burbuja inmobiliaria, donde parecía que nos faltaban bancos para comprar y comprar propiedades, mirando por encima del hombro a los sudamericanos que venían a trabajar aquí.
Sí, que nos hayan rescatado económicamente o la masiva emigración a su país no ayudan demasiado. Por no hablar de la actual marca made in Spain de chorizos y ladrones que los medios de comunicación se encargan de difundir.

2.Si eres la típica pija que masca chicle constantemente, viste polos de lacoste o de caballos gigantes en el pecho y se enorgullece de llevar banderitas en la mano, cari, te doy un consejo, pero no te lo tomes a mal. ¡Cambia de vestuario antes de venir a Berlín! ¡Arráncate el brazo y de paso las pulseras de España! Berlín es una ciudad muy muy alternativa, aquí la marcas están mal vistas, y si de paso también llevas banderas de España como atuendo WTF!! los alemanes se pensarán seriamente en revivir el holocausto con los de tu chupipandi no sabrán por donde cogerte viva.



3.Los alemanes son gente muy seria y estricta. Viven por y para las normas. Que no te sorprenda que te fusilen con la mirada si te saltas un semáforo. Para ellos los españoles somos gente que debería pertenecer a África, gente a la que contratar como aupair y explotar, gente que le pague la permanente a la Merkel a costa de intereses económicos tras un rescate financiero espontánea, cariñosa y divertida. 


4.Los alemanes son los hombres más buenorros del planeta y punto. Así que ponte las pilas, porque la competencia es muy muy muy alta. 


Una ciudad nueva, una familia estupenda, un verano magnífico. No te dejes engañar, porque no todo lo que reluce es oro. Cuando te marchas de au pair al extranjero, recuerda que debes estar preparado para cualquier cosa. Y yo no lo estaba cuando de repente, algo ocurrió...


En la siguiente entrega de Orfidal en la Pirámide: "Acontecimientos inesperados en Berlín"

Desde Londres
Siempre con cariño
@robbiemilk



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