Contigo... hasta el final.
Cuando aquel Domingo por la mañana comencé a preparar mi maleta para largarme al fin de Londres, todos los astros parecieron alinearse y convencerme para que me quedara. y así poder alargar un poco más el sufrimiento...
Lo siento, lo había intentado. Había luchado contra ello. Me había mirado al espejo y me había dicho a mí mismo MIRA MARICÓN AGUANTA COJONES!! que debía aguantar el verano en Londres y no tirar la toalla. Tan solo venía a pasar unos meses más, disfrutar de Londres sobre todo del clima y volverme a España para volver a ver la colección de películas de Almodóvar reorganizar mi vida.
Y es que cuando decidí estudiar Periodismo yo también pensé que acabaría siendo Reina pero paradojas del destino terminé fregando suelos, pasando la aspiradora y recogiendo caquitas de perro, todo ello bajo el resguardo de cielos grises y el verdadero frenesí de la lluvia diaria londinense.
Y es que dicen que segunda partes nunca fueron buenas. No se equivocan. Mis primeros 3 meses como aupair en Londres estuvieron llenos de buenos momentos (también malos, tan solo tenéis que leer algunos capítulos atrás) Pero esta vez... esta vez, no sé si era el clima, o la frustración de haber estado buscando trabajo en España y no encontrarlo o simplemente era yo, que Londres ya no era para mí lo que había sido mucho antes. Aunque desde luego, mi comportamiento siempre fue excelente en todo momento tanto con la familia como con los niños.
Aunque desde muy pronto supe que el aupair iba a durar lo que dura una botella de vino en casa de Massiel más bien poco. Pero yo por supuesto aguantando la compostura lo mejor posible.
Así entraba cada mañana al salón de la familia nada más despertar
Como dije, ese vuelo que no cogí hace dos semanas, básicamente porque en un momento de indecisión algunas personas comenzaron a convencerme de que estaba equivocándome. ¿¿UNA MALA DECISIÓN?? ¿SEGUIR EN LONDRES, UNA CIUDAD DESANGELADA Y CON EL PEOR CLIMA Y LA PEOR COMIDA DE TODO EL MUNDO DONDE PARA CONSEGUIR UNA PEQUEÑA HABITACIÓN EN UN PISO CON VARIAS PERSONAS TIENES QUE PASARTE LA SEMANA TRABAJANDO EN UNA CAFETERÍA O LIMPIANDO EN CUALQUIER SITIO DESPUÉS DE HABER ESTUDIADO UNA CARRERA Y UN MÁSTER?
Yo, desde luego que no...
Pues así fue como fui a hablar con la desgraciada de mi jefa, con la que la relación había vuelto a ser tan fría como el hielo y comentarle que quizá estaba tomando una decisión a la ligera y que si podía quedarme algunas semanas más con ella. Su reacción fue de auténtica perplejidad. PERO QUÉ DISE EL MARICÓN ÉSTEEEE!!??
Tras algunos minutos después de hablar con su madre
Invadido por la indecisión y la incertidumbre, y el miedo a tomar una decisión precipitada, cambié mi vuelo de regreso a Málaga semanas después.
Desde luego ese Domingo no acabó finalmente como yo esperaba...
Con la maleta a medio hacer, suspiré muy fuerte y volví lentamente a colocar las cosas en los armarios. Me resignaba a quedarme un poco más. No sabía porqué. No estaba ni cómodo con la familia ya. Todo el mundo estaba
Porque así era como me imaginaba en mi regreso a Londres...
El final era obvio. El aupair tenía los días contados... y cada tic tac del reloj hacía que el verdadero final de este blog estuviera a punto de llegar. No estaba preparado aún para decir adiós. El final estaba cerca... pero no aquí.
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Capítulo 20: La historia de un aupair en apuros
Desde Londres
Siempre con cariño
@robbiemilk
Ánimo Rober!!! Andalucía de aquí no se mueve!! Siempre hay tiempo para venir o volver para siempre!! Un beso enorme :)
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